domingo, 27 de diciembre de 2015

Otro año que se va...


Llegando al final de este 2015...cerrando un año no demasiado sencillo, en ningún aspecto...
Un camino íntimo de gran crecimiento, en el que tuve que enfrentar grandes batallas personales para crecer, protegiéndome sin perder mi esencia. Tarea nada fácil...
Trabajando en equipo, con los vaivenes que esto trae, pero que hace que a la larga, el trabajo sea más gratificante. Teniendo la posibilidad de conocer más profundamente a gente que, aún viéndola todos los días, no había tenido la posibilidad de ver más allá...
Atravesando grandes soledades, algunas decepciones, disfrutando de gente linda que se acerca a compartir la vida y diciendo Adiós a quienes hace rato decidieron dejar de hacerlo. Sólo pasó que yo no sabía verlo...
Mirando con tristeza a mi país, tan dividido, tan tristemente partido, con la esperanza de que algún día se curen las heridas personales que este tiempo nos deja.... Necesito creer que podremos volver a mirarnos a los ojos sin rencor sólo por elegir caminos distintos.
Celebrando con orgullo un año más en el crecimiento de mi hija, que pudo demostrarse a sí misma cuánto es capaz de conseguir y que es necesario el sacrificio para lograr las cosas que valen la pena. Y saber que tiene a su mamá y a su papá cerquita, apoyándola en todo lo que emprende, siempre...
Extrañando a la familia que decidió vivir lejos, pero buscando todas las maneras de sentir que los kilómetros son un detalle cuando los corazones quieren estar cerca.... Igual duele....
Llegando al fin de este año de la mano de mi compañero de vida, sabiendo que las tormentas siempre hacen que nos agarremos más fuerte, intentando que nada nos separe y, que cada pequeña lejanía, nos permite tomar aire para extrañarnos un poco y estar tan unidos como siempre. Valoro cada pasito que da para crecer y fortalecer este amor que lleva ya tantos años...
Despido este año decidiendo dejar a ir a quien no hace nada para quedarse...Apostando a un 2016 sólo con la gente que decida compartir conmigo su vida, de verdad...
Tan sencillo como eso....
Gla


sábado, 12 de diciembre de 2015

Derribando máscaras....



¿La gente cambia o de repente aprendemos a conocerla?

Pregunta que siempre me ronda cuando la decepción me derrumba por haber creído y querido a alguien, a quien con el tiempo, finalmente pude conocer de verdad.

Frente a una desilusión reciente, mi hija, una sabia de 18 años, me planteó para qué quiero ese tipo de gente en mi vida...

Y es real, no quiero la gente que me mostraba la cara del afecto, de la amistad, cierta complicidad frente a la vida y desde los hechos desdecía todo lo que había intentado sostener durante años. 

No quiero gente que desborda de odio y agresión, que lastima sin piedad a propios y ajenos, que se cree superior a todo el que piensa diferente...

Es verdad, no necesito ese tipo de gente en mi ida, teniendo a tanta otra que me ofrece su mano generosa y me brinda su afecto, con quien puedo disentir sin dejar de querernos, que con hechos me demuestra cuánto me quiere a mí y a mi familia...

¿Por qué luchar entonces contra la evidencia?

Sencillamente porque es demasiado duro aceptar que el corazón se equivocó tanto, creyendo lo que nunca existió en realidad.....